Filosofía Slow
En 1986, en Bra, Italia, todo empezó a cambiar. Debido a la apertura de unos locales de comida rápida se generó un movimiento de protesta llamado Slow Food, cuyo objetivo era la dignificación de la degustación de la comida, sobreponiendo la calidad sobre la cantidad y la promoción de unos hábitos alimentarios, que más allá de ser una mera actividad biológicamente necesaria, debían ser entendidos como un placer mundano que se debería apreciar, tomando el tiempo necesario para la preparación y la ingesta.
Esa organización que surgió de la pequeña ciudad de Bra, poco a poco se fue expandiendo hasta hoy en día, que cuenta con 83.000 socios y presencia en más de 150 países. Y es que la necesidad de ralentizar nuestros hábitos cada vez es mayor. La tecnología cada vez nos permite realizar acciones de manera más rápida y ser más productivos, pero hay una cosa que es evidente, nosotros no somos máquinas y no podemos aguantar ese ritmo las 24 horas del día.
Y es que si según algunos “El viaje es la recompensa” ¿Cuál sería nuestra recompensa? ¿La ingesta de una hamburguesa de un local de Fast Food? ¿El consumo rápido y dañino de una bebida alcohólica? ¿Poder disfrutar de tus amigos, familiares y gente que te importa a través de un móvil? Desde luego, parece poca recompensa para todo el camino que se ha andado.
Las cosas importantes en la vida nunca deberían acelerarse. La degustación de la comida, la socialización, el tiempo para uno mismo, las experiencias de un nuevo país, el uso de la ropa que define nuestra personalidad… Y de la necesidad de reivindicar todos estos instantes y experiencias cuotidianas nacieron algunos movimientos como Slow Travel, Slow Fashion, Slow Movement… Todos estos movimientos nos han inspirado para crear Slow Drinking
Slow Drinking lo que reivindica es la necesidad de ralentizar la ingesta de bebidas, tomándonos el tiempo y la dedicación necesaria para apreciar sabores y aromas y para realizar unos rituales de elaboración más complejos combinados con comida y como no, de una buena compañía con la que disfrutar del momento.
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