LA VISTA
¡Sí, una bebida se degusta, en primer lugar, con los ojos!
EL ROPAJE
El ropaje nos habla del color, la intensidad y la profundidad de la bebida. Puede ser de color claro, ligeramente tintado, o bien opaco.
Existe una multitud de ropajes: ámbar, oro, cobre, caoba, color amarillo, rosado, ...
EL MATIZ
Existe una variedad de matices en un mismo color. Pueden variar en función de la dosificación y de la calidad de los ingredientes.
EL BRILLO
Significa un color muy claro cuyos reflejos brillan con intensidad al ser expuestos a la luz.
EL ROPAJE
El ropaje nos habla del color, la intensidad y la profundidad de la bebida. Puede ser de color claro, ligeramente tintado, o bien opaco.
Existe una multitud de ropajes: ámbar, oro, cobre, caoba, color amarillo, rosado, ...
EL MATIZ
Existe una variedad de matices en un mismo color. Pueden variar en función de la dosificación y de la calidad de los ingredientes.
EL BRILLO
Significa un color muy claro cuyos reflejos brillan con intensidad al ser expuestos a la luz.
EL OLFATO
Antes de posar tus labios en el vaso, toma el tiempo de oler sus aromas. Durante la degustación, el olfato juega un papel vital, sobre todo a través de la vía retro-nasal.
EL PERFUME
Es un olor agradable, más o menos intenso que se desprende del líquido.
LA POTENCIA
La potencia es la fuerza de los aromas que se desprenden de una bebida. Prestar atención a sus olores os permitirá distinguir una sucesión de perfumes, del más potente al más sutil.
EL BUQUÉ
El buqué designa el conjunto de aromas que caracterizan una bebida. Es su carta de identidad olfativa.
EL AROMA
El aroma es el perfume dominante. Lo percibimos durante la degustación gracias a la retrolfacción (que es el mecanismo natural que permite a los aromas subir del paladar hacia la nariz, donde se encuentran los captores olfativos al expirar).
Existe un gran número de familias aromáticas: floral, tostado, afrutado, vegetal, picante…
EL PERFUME
Es un olor agradable, más o menos intenso que se desprende del líquido.
LA POTENCIA
La potencia es la fuerza de los aromas que se desprenden de una bebida. Prestar atención a sus olores os permitirá distinguir una sucesión de perfumes, del más potente al más sutil.
EL BUQUÉ
El buqué designa el conjunto de aromas que caracterizan una bebida. Es su carta de identidad olfativa.
EL AROMA
El aroma es el perfume dominante. Lo percibimos durante la degustación gracias a la retrolfacción (que es el mecanismo natural que permite a los aromas subir del paladar hacia la nariz, donde se encuentran los captores olfativos al expirar).
Existe un gran número de familias aromáticas: floral, tostado, afrutado, vegetal, picante…
EL GUSTO
Con un poco de cuidado podréis identificar vuestras primeras impresiones, apreciando la paleta de sensaciones en boca hasta su expresión final.
EL GUSTO
Es el sentido que os permite identificar a que sabe la bebida, amargo o dulce, ácido o salado.
EL ATAQUE
Es el conjunto de primeras sensaciones en boca.
LA PERSISTENCIA AROMÁTICA
La persistencia se refiere al tiempo que persisten los aromas en la boca después de haber bebido.
EL VOLUMEN
Según su intensidad y sus aromas, una bebida puede dar la impresión de expandirse más o menos en la boca, es lo que llamamos el volumen.
FIN DE BOCA
Es la nota final es el aroma que se revela después de la degustación.
EL GUSTO
Es el sentido que os permite identificar a que sabe la bebida, amargo o dulce, ácido o salado.
EL ATAQUE
Es el conjunto de primeras sensaciones en boca.
LA PERSISTENCIA AROMÁTICA
La persistencia se refiere al tiempo que persisten los aromas en la boca después de haber bebido.
EL VOLUMEN
Según su intensidad y sus aromas, una bebida puede dar la impresión de expandirse más o menos en la boca, es lo que llamamos el volumen.
FIN DE BOCA
Es la nota final es el aroma que se revela después de la degustación.