Los efectos de las bebidas que contienen alcohol en su cuerpo dependen de quién es usted, cómo bebe y qué bebe. Ya que los individuos son diferentes, cuánto es “demasiado” puede variar según la persona en cuestión. Nuestra posición es que siempre se debe respetar la decisión de no consumir alcohol.

La mayoría de las personas que beben lo hacen para aumentar el disfrute de la vida y el placer de disfrutar un trago juntos. Pero hay otros que pueden beber irresponsablemente, ya sea ocasional o regularmente, y crean problemas de salud y sociales para ellos mismos y para los demás. Es por eso que el riesgo no es sólo el resultado de lo que bebe, sino también de cuándo y cómo bebe.

Somos conscientes de que todos deberíamos tomar decisiones seguras, legales y responsables a la hora de consumir o no consumir alcohol y nuestra posición es que siempre se debe respetar la decisión de no consumir alcohol.

Cuando usted consume una bebida alcohólica, esta de inmediato comienza a ser absorbida en el torrente sanguíneo, parcialmente desde su estómago y de forma más activa desde su intestino delgado. Cuando se consume bebidas alcohólicas, la adición de agua u otras bebidas sin alcohol diluirá el alcohol en el estómago y retrasará la absorción. Comer alimentos también hará más lenta la absorción de alcohol.

Sin embargo, si bien la tasa de absorción puede cambiar según lo que comió y lo que bebió, usted no puede impedir que el alcohol entre en su sistema.

Una vez que el alcohol llega a su torrente sanguíneo, este afecta a todos los órganos y partes de su cuerpo, incluido el cerebro, donde el alcohol produce intoxicación. Cuanto más bebe y cuanto más rápido bebe, más alcohol entra en su sangre. La concentración de alcohol en la sangre (CAS) aumenta mucho más rápido cuando se bebe con el estómago vacío.

El alcohol actúa como un “diurético”, es decir que cuando el cuerpo descompone el alcohol, provoca que su organismo elimine el agua de la sangre. Es por ello que es una buena idea beber agua y otras bebidas sin alcohol acompañando a su trago para evitar la deshidratación. La deshidratación contribuye a los efectos desagradables del consumo excesivo de alcohol que se asocian con la “resaca”. Para disminuir el riesgo de una resaca, asegúrese de incorporar el hábito de beber agua con cada trago de una bebida alcohólica.

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La cantidad de alcohol en su trago depende de la concentración de alcohol en el producto que elija y del tamaño de su bebida.
Los tamaños de los tragos difieren ampliamente en relación a las tradiciones locales, la ocasión, el tamaño del vaso e incluso de la persona que sirve. Usted necesitará saber el tamaño de entender la cantidad que contiene su trago para un consumo más responsable.

¡Evalúe su consumo!

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